En la cocina una gran cantidad de platos curiosamente fueron víctimas del azar o del descuido creando de forma aleatoria combinaciones de sabores, texturas y colores que aunque pase el tiempo siguen siendo unos básicos imperdibles para todo amante de la gastronomía.
En esta ocasión te contaremos sobre algunos de esos duces aciertos aleatorios:
Tarta Tatin
Un buen ejemplo, fue la invención de la Tarta Tatin cuya responsable fue Caroline Tatin, una cocinera francesa de finales del siglo XIX. Un día atendiendo el pequeño restaurante del hotel en el que trabajada, debido a al bullicio y al gran número de invitados que debía atender, se le olvidó forrar de pasta por encima el molde de su tarta de manzana.
Al sacarlo del horno ya terminado fue cuando se dio cuenta, sin tiempo para hacer otra la sirvió así a los comensales y sorpresivamente triunfó a tal grado que hoy en día el restaurante del hotel tatin sigue siendo un sitio turístico imperdible para los gastrónomos.
Galletas con chispas de chocolate
Otro delicioso accidente fue el que tuvo Ruth Wakefield, una americana con un restaurante en Massachusetts que estaba repleta de trabajo un día de 1930. La pobre señora atendía lo más rápido que podía las solicitudes de sus comensales pero en un intento desesperado por adelantar trabajo en la cocina, rompió unos trozos de una tableta de chocolate encima de la masa de las galletas pensando que éste se disolvería y quedaría mezclado con la pasta con el calor del horno. Sin embargo no ocurrió así, los trozos de chocolate conservaron su forma.
Se arriesgo y sirvió así las galletas, los comensales al degustarlas quedaron fascinados pues aquellas explosiones de chocolate en la boca eran sublimes.
Ruth se hizo famosa y Nestlé la visitó para ofrecerle un acuerdo en el que se unirían para elaborar de forma industrial sus particulares galletas. Toll House Cookies es el nombre de aquellas famosas galletas.
Popsicles
Aquellas deliciosas paletas congeladas ¿Creerías que las invento un niño? En efecto, en 1905 Frank Epperson de 11 años, por un descuido dejó toda la noche en el porche su vaso de refresco con un palito de revolver dentro.
A la mañana siguiente fue a recogerlo y se encontró que el refresco se había congelado y casualmente gracias al palito de revolver era fácil de sostener. Tan exitoso fue que en 1923 lo patentó y los renombró como Popsicle en Estados Unidos. Hoy en día es una compañía que vende 2.000 millones de paletas congeladas al año. Son tan importantes que no solo tienen un día nacional sino dos : el National Grape Popsicle Day el 27 de mayo y el National Cherry Popsicle Day el 26 de agosto.
El barquillo
Se dice que este descubrimiento tuvo lugar como resultado de la amistad de un repostero sirio, Ernest Hamwian, quien vendía unos dulces llamados zalabia que eran una especie de pasta crujiente plana en 1904 en la Feria Mundial de San Louis, cuando un amigo heladero suyo se quedó sin platos.
Imaginación y amabilidad a partes iguales hicieron que el pastelero tuviera la idea de enrollar sus galletas aun calientes para formar un recipiente cónico del que no se escapara el helado. Aquel fue un gran triunfo, además de ser delicioso es un envase que no genera residuos como el unicel o el papel.
Crêpe Suzzete
En este recorrido nos llevo por varias regiones del mundo, esta receta se remonta a la época de los reyes en Francia en la época medieval. En este “accidente” culinario intervino un joven e inexperto ayudante de cocina en un café de Montecarlo que tenía la orden de preparar un postre que el Príncipe de Gales serviría en su mesa.
El aprendiz de forma descuidada prendió fuego a la crepa, la cual llevaba brandy y licor de naranja en su preparación, en vez de chamuscarse como era esperado, obtuvo un color, un aroma y un sabor que nos sigue encandilando hoy en día. Aquel muchacho además de inventar ese postre había descubierto la técnica del flambeado.
En cuanto al nombre de Crêpe Suzzete como se conocen en Francia, cuentan que fue en honor a la hija de uno de los acompañantes del Príncipe ese día.
Una lista de postres alrededor del mundo que fueron posibles gracias al azar, quizá tu puedas ser el siguiente innovador culinario a través de un pequeño e inesperado descuido.
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