Insectos Comestibles Mexicanos

Insectos Comestibles Mexicanos

Una tradición prehispánica que ha trascendido hasta hoy en día.

La cocina prehispánica se identifica como la alimentación del México antiguo antes de la llegada españoles en la que tenían alimentos básicos como: maíz, chile, frijol, calabaza, quelites, aguacate, chayote, amaranto, cacao !y más de 500 insectos comestibles!

Esta cocina era altamente respetuosa con la naturaleza, llevaba un riguroso control en los calendarios de cultivo para mantener un suelo fértil en sus diferentes sistemas de cultivo como lo eran las chinampas y terrazas, además de los alimentos vegetales que estos les proporcionaban se tiene registros de que llegaban a alimentarse de guajolote y carne de perro sin embargo solo se consumían estos animales en banquetes especiales y festines.  

Una fuente de proteína más común en su dieta eran los insectos, esto ha sido una tradición que se ha preservado hasta ahora, aun exóticos y desconocidos para algunas personas les presentamos una lista de los insectos comestibles mas comunes de México:

Gusano de Maguey2

·         Gusanos de Maguey:  Tradicionales de Hidalgo, estos gusanos se extraen de las pencas de maguey como su nombre lo indica, se preparan fritos dándoles una textura crujiente; usualmente son consumidos en tacos con una tradicional salsa molcajeteada y un buen mezcal. También se pueden encontrar en la presentación de “sal de gusano”, siendo esta un excelente complemento en la coctelería moderna.  

Chapulines

·         Chapulines: Son comunes de encontrar en los mercados del centro de México, estos se recolectan entre las milpas y las flores a inicios de mayo e inicios de octubre, solo se pueden consumir en estas temporadas.  Estos se fríen para lograr una textura crocante y pueden ser consumidos en bolsitas con sal, limón y chile, como un elemento en salsas para dar un sabor original o como acompañante en tacos y tostadas.

Hormiga Mielera

·         Hormiga Mielera: También conocidas como Minguiñas se encuentran en Oaxaca y Tlaxcala, se extraen directamente de los hormigueros por expertos, estas alcanzan un precio elevado pues los hormigueros solo almacenan pocos ejemplares que ayudan a alimentar a la colonia, tienen un sabor dulce similar a la miel gracias al néctar que guardan en sus vientres. 

Ahuahuatles

·         Ahuautles: Así se le conoce a la hueva de un mosco acuático originario del Valle de México cuyo sabor es similar al camarón molido, suele acompañarse de romeritos o nopales. 

Jumiles

·         Jumiles: Una especie de chinche de monte que se ha vuelto un platillo tradicional en Guerrero y Morelos, usualmente pueden encontrarse en los meses de noviembre y febrero, hay quienes se los comen vivos dentro de un taco, pero lo más común es incorporarlos a salsas para que tomen ese sabor particular. 

Cuchama

·        Cuchamá: Gusanos originarios de Zapotitlán Salinas, Puebla. Se pueden preparar fritos, al mojo de ajo o hervidos con un poco de chile chiltepin. Llevan un proceso de preparación mayor al del gusano de maguey pues después de su recolección deben ser remojados varias horas para que liberen el veneno que pueden llegar a soltar que resulta irritante y amargo, después son secados al sol antes de ser cocinados.  

Hormiga Chicatana

·        Hormigas chicatanas. Originarias de Hidalgo, Veracruz, Chiapas, Oaxaca y Puebla, se les puede encontrar dándole un sabor particular a las salsas, tamales, caldos, guisados y galletas. Su recolección es difícil ya que dan una fuerte mordida a sus recolectores, pero esto no ha evitado que se haya vuelto un platillo tradicional.

Escamoles2

·         Escamoles: También conocidos como el “caviar mexicano” son una delicia tradicional de los estados de Guanajuato, Hidalgo, Puebla y Tlaxcala, los escamoles son larvas de la hormiga güijera y tienen un sabor similar a la mantequilla, su costo es elevado en el mercado por su difícil recolección que se realiza en los meses de marzo y abril.

escorpion

·         Alacrán: Este platillo se ha vuelto muy popular en Durango, donde se prepara capeado, frito o con mantequilla, llega a tener una consistencia crocante y un sabor ligeramente amargo.

 

¿Y tú ya te atreverías a probarlos todos?

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