Cocinas Solares, Gastronomía Sustentable.

Cocinas Solares, Gastronomía Sustentable.

Un mundo de sabores sustentables.

El hombre a través de la evolución siempre ha estado y estará adherido a la naturaleza, si bien, desde que tuvo conciencia del entorno al que pertenece, el sol representó una de las principales fuentes de energía. Otra cosa que viene con el tiempo es la sobrepoblación, que incrementa la pobreza afectando de forma directa el consumo de alimentos, y en consecuencia el instinto de supervivencia obligó al ser humano ha explotar sus recursos por medio de la tecnología, con el objetivo de ser autosustentable, prolongar su estancia y mejorar su calidad de vida.

Comer no es solo ingerir alimentos, algunos de estos necesitan la intervención de alguna fuente de calor para poder consumirse. La vida muestra que uno de los descubrimientos con mayor importancia en la historia de la humanidad es el descubrimiento del fuego, ya que nos permitió desarrollar nuestra inteligencia y evolucionar hasta lo que somos hoy; se sabe que esto sucedió hace 790.000 años. El poder controlar el fuego nos permitió tener cierta independencia, haciendo de él nuestro aliado durante la antigüedad y hasta la actualidad, debido a que somos el único animal que cocina sus alimentos en lugar de comerlos crudos.

Recapitulando, en el mundo se gasta más del 25% por ciento de los ingresos en combustible para cocinar, de ahí que incremente el uso de cocinas solares, artefactos que permiten guisar alimentos usando el sol como fuente de energía basados en los principios físicos: efecto invernadero, conducción, radiación, convección, almacenaje de calor y volumen de caja. Las cocinas solares se usan por todo el mundo, incluso hay algunos estudios que calculan unas 100.000 unidades entre China e India; pueden cocinar cualquier tipo de alimento y fue inventada por un naturista suizo llamado Horace de Saussure, en 1767.

Existen dos tipos de cocinas solares, de concentración: basadas en la concentración de la radiación solar en un punto, típicamente a través de un reflector parabólico donde en dicho punto se coloca la olla que cocinará los alimentos, estas generan altas temperaturas y permiten freír o hervir agua al funcionar de manera símil a una cocina de gas al alcanzar altas temperaturas. También tenemos el horno o caja solar, que es una caja térmicamente aislada diseñada para capturar la energía solar y mantener caliente su interior; los materiales generalmente son de baja conducción de calor, lo que reduce el riesgo de quemaduras y evita la posibilidad de incendio, además los alimentos no se queman y conservan su sabor y valor nutritivo, se necesitan materiales estructurales para que la caja tenga y conserve una configuración así como una forma, los materiales pueden ser: cartón, madera, madera contrachapada, mampostería, bambú, metal, cemento, ladrillos, piedras, cristal, fibra de vidrio, cañas tejidas, caña de indias, plástico, papel maché, arcilla, tierra pisada, corteza de árbol, o telas aglomeradas.

La cocción de alimentos es un proceso que requiere temperatura y tiempo; de hecho la cocción parte a los 50 o 60 °C. y sabemos que mientras mayor sea la temperatura más rápida es la cocción. Tenemos algunos alimentos como los pescados que se cuecen en forma óptima a muy baja temperatura, en cambio otros necesitan una temperatura más alta de 135 a 145 °C para dorarse, por ejemplo, el pollo. Para freír con energía solar, se necesita usar cocinas con concentradores, que en general se calcula que con un solo reflector la comida tomará más o menos el doble de tiempo que con un horno convencional; asimismo, las cocinas solares de tipo caja tienen que girarse de acuerdo a la posición del Sol.

Aún cuando se vive en pueblos o ciudades con todos los recursos necesarios para preparar los alimentos, las cocinas solares son una acción inmediata de mitigación del cambio climático, reducen la emisión de carbono negro, protegen la salud, permiten ser más amigables con el medio ambiente al reducir la dependencia del gas natural, del propano licuado y de las estufas eléctricas, son sin duda una alternativa viable para unir a la gastronomía con la naturaleza y la economía.

Deja un comentario

Dejar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *