Un paseo por los viñedos del Valle de Ródano, Francia

Un paseo por los viñedos del Valle de Ródano, Francia

Por: Marco Giovanetti

El Valle de Ródano y su viticultura

Hay algo mágico que atrae a muchos amantes del vino a la famosa colina de Hermitange, Francia. Tal vez sea la leyenda de su historia o el hecho de que es el lugar de nacimiento de la uva Syrah. No importa la razón, para los fanático de los vinos del Ródano, la vida eventualmente los llevará a esta colina mística.

Me enamoré de Hermitage con una botella de Chave año 2000. Aburrido con Syrahs del nuevo mundo, encontré en esta botella algo muy trascendental. Finalmente, pude reconocer en esta botella los verdaderos sabores de la casta Syrah: pimienta, violetas, grasa de tocino. Sin embargo, lo que realmente me dejó una fuerte impresión fue el estilo voluptuoso y elegante en el paladar. Mis otros amores de Hermitage fueron también los grandes vinos de Chapoutier y Jaboulet.

En el marco de la importante feria del vino, “Découvertes en Vallée du Rhône 2017“,tuve la maravillosa oportunidad de hacer una caminata por la soleada colina de Hermitage. A medida que subes, la vista se vuelve más y más impresionante. Es un momento de gran belleza pero también de intimidad porque uno se siente rodeado por un mar de vides y apartado del mundo.

Dice la leyenda que durante los siglos XII Y XIII cuando las guerras amenazaban las tierras francesas, un soldado que regresaba a casa decidió deponer sus armas y salir de la guerra para siempre. Entonces sembró vides de syrah y se convirtió en un ermitaño, construyendo él solo una capilla en una colina, jurando que su viña sería su ermita, y creando así la venerable región de vinos de Hermitage.

Hermitage fue por mucho tiempo el vino preferido de la monarquía europea. En los tiempos de Luis XIV, Hermitage era el vino preferido de los Zares de Rusia. Amantes de este vino han incluido personalidades como Henry IV, Boileau, Louis XIII and Louis XIV, Nicolas II y Alexandre Dumas. Hermitage recibió la denominación de origen en 1937

Según Inter Rhone, la asociación que promueve los vinos del Ródano, el 72% de la producción de Hermitage consiste en vinos tintos y el resto son blancos. Obviamente, los vinos tintos se elaboran con Syrah pero pueden contener hasta 15% de Rousanne y Marsanne, uvas blancas. Los vinos blancos de estas variedades producen caldos de un color amarillo intenso y una suavidad rarisima en el paladar. Son vinos generosos con sabores de miel, albaricoque, melocotón y avellanas.

Debido a su gran demanda y oferta limitada, los vinos de Hermitage son bastante codiciados entre los amantes del vino. La superficie de producción es minúscula, sólo 136 hectáreas y la producción total en 2015 fue de 5340 hl. Cabe destacar también que más de la mitad de la cosecha se consume en Francia y el resto se exporta (42%). Otro factor importante que explica igualmente los altos precios de Hermitage.

El hermitage tinto es sin duda el vino del Ródano con la mayor capacidad de longevidad. Es un vino complejo, gustoso y muy tánico que necesita varios años antes de empezar a expresar su potencial, y envejecerá fácilmente 30 años o más en buenas cosechas ( 2015,2010,2006, 2005, 2003, 2000, 1999, 1998, 1995, 1991, 1990, 1989 y 1988 fueron cosechas excelentes en el norte del Ródano). Los tres mejores productores son Jean Louis Chave, Chapoutier y Paul Jaboulet Ainé (por su mejor hermitage, La Chapelle). Los mejores hermitages se venden hoy entre 35 y 60 euros, aunque los no tan buenos pueden bajar a 20 y 25 euros la botella. De este grupo puedo recomendar Domaine Belle, Yann Chave, Nicolas Perrin y la cooperativa Cave de Tain de Hermitage.

Según Andreas Larsson, mejor sumiller del mundo en 2007, un buen Hermitage es el resultado de la mezcla de la fruta de las diferentes parcelas de la colina. Sobre Hermitage, Caroline Frey, enóloga de Jaboulet comentando sobre La Chapelle Hermitage: “una de las particularidades de La Chapelle es el empleo de todos los terruños diferentes de Hermitage – Méal, Bessard, Rocoules, Murets – por eso el vino es tan complejo y tan bien equilibrado, con un potencial de envejecimiento tan largo “.

El suelo es muy variado, parte granito más o menos degradado procedente del macizo central francés y parte de terrazas de aluvión. La colina de l´Hermitage se subdivide en tres partes:

  •  Al oeste de la ribera izquierda encontramos Bessards, terreno muy accidentado de granito degradado, considerado como el terroir de vinos tintos por excelencia. Aquí encontramos la Chapelle de l´Hermitage y el famoso viñedo de l´Ermite.
  • El sector central en la zona alta, conocida como le Méal, el suelo es de cantos y piedra pequeña de silicio enriquecida con loess. Produce los vinos más solares de la apelación gracias a su exposición sur. En la parte baja, el suelo es más rico en arcilla y más fértil.
  • Al este, la zona de Murets y de Dionniers tiene un suelo pedregoso de composición arcilloso calcáreo con una pendiente mucho menos pronunciada. Gran terroir de vinos blancos.

Valle de Ródano

¿Qué comer con Hermitage ?

Un vino tan potente como este necesita carnes rojas como carne y cordero cocinadas en la estufa a fuego lento por largo tiempos. Los asados y carnes a la parrilla funcionan mejor, ya que es un tinto con mucho cuerpo y alcohol y va a necesitar platos con bastante sabor para evitar que el vino domine el plato. Las recetas que incorporan adobos o brasas con un montón de hierbas y especias reflejará las características de pimienta de un buen Hermitage.

Sin embargo, los blancos necesitan platos que puedan soportar la rica textura del vino. Va muy bien con vieiras, langosta y platos a base de crema de la gastronomía francesa. También va muy bien con Risottos y quesos duros tales como Manchego o Parmesano  Reggiano.

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