¡Caracoles!, hoy no te lo decimos como expresión sino como ofrecimiento, te contaremos todo sobre ellos a ver si logramos que se te antojen.
Scargots, se conocen en Francia como un manjar, en Latinoamérica como caracoles, pero sin duda una experiencia de al menos una vez en la vida.
Caracoles, conozcamos mas
Se tiene constancia de que los caracoles de tierra han sido consumidos por los seres humanos desde hace miles de años según historiadores.
Son bajos en grasa, altos en agua y proteínas además de que pueden prepararse de múltiples formas.
Su consumo no es común en América, pero en Europa se preparan en platillos considerados manjares.
Criando caracoles
La helicicultura es la práctica de la cría de caracoles con el propósito de destinarlos para uso humano, aunque mayormente como alimento.
La baba de caracol también se utiliza en productos de belleza, especialmente en cremas para la piel.
Según el historiador griego Plinio el Viejo, la helicicultura era practicada en la finca de un hombre, llamado Fluvius Hirpinus.
Situada en lo que hoy es Italia, en 50 d. C. Sin embargo, ya se consumían desde épocas prehistoricas, según hallazgos de conchas asadas.
Roma y la helicicultura
Los romanos tienen una antigua historia de consumo de caracoles, según Plinio el Viejo, Fluvius Hirpinus alimentaba a sus caracoles con vino y carne.
Lo que da una idea de lo importantes que eran ya en la cocina romana, hoy en día, los platillos elaborados con caracoles son delicias.
Apreciadas en gran parte de Francia, Gran Bretaña y algunos países más, en donde adquieren precios elevados y se consumen en platos y cubiertos especiales.
Precauciones
¡No todos los caracoles de tierra son comestibles! En Francia, donde se les conoce como escargot, se consumen:
En primer lugar, el caracol romano (Helix pomatia), el caracol de jardín (Helix aspersa) y en menor medida, el caracol europeo (Helix lucorum).
Helix aspersa es llamado Le petit gris en Francia, y escargot es también un aperitivo servido en muchos restaurantes de Francia y España.
Otras especies comestibles
Cepaea nemoralis, Cepaea hortensis, Achatina fulica, Helix aperta y Otala punctata.
La preparación de cualquiera implica dejar en ayuno a los caracoles durante unos días para ser purgados.
Eliminar sus vísceras, cocerlos y muchas veces, colocarlos de nuevo en los caparazones para ser servidos.
Por lo general se les prepara con mantequilla, ajo y algunas hierbas como eneldo o perejil y se les sirve en su propia concha.
Sobre un plato especial para evitar que se deslicen, la carne tiene una textura un poco dura, los huevos se consumen como caviar.
Comprando caracoles
En diversas partes de la zona del mediterráneo es posible encontrar en los supermercados caracoles y huevos enlatados.
Existen granjas destinadas a su cría, principalmente en Francia, Indonesia, Polonia, Grecia y Alemania.
Solo en Portugal, cada año se consumen cerca de ¡4,000 toneladas de caracoles terrestres! Incluso existe un evento anual dedicado a ellos.
Festivales gastronómicos
L’Aplec del Caragol es un festival gastronómico celebrado durante 3 días en Lérida, España, a finales del mes de mayo.
Está dedicado al caracol, especialmente el Helix aspersa, caracol de jardín, atrayendo a cientos de visitantes que disfrutan de otras actividades aderezadas con música.
Peligro en la comida
Aunque el consumo de caracoles terrestres está muy presente en la gastronomía y es parte de la cultura de algunas regiones.
Preocupa el hecho de que estos animales a veces son portadores de varios parásitos, principalmente nematodos.
Si no se limpian o cocinan adecuadamente, los parásitos son capaces de afectar al cuerpo humano y producir padecimientos letales como meningitis.
Degústalos responsablemente
Tanto la manipulación como la cocción de los caracoles de tierra deben ser sumamente cuidadosas para evitar cualquier problema de salud.
Si no estás seguro de su especie, su procedencia o su manejo, evita llevártelos a la boca.
Si deseas conocer mas acerca de manjares exóticos, te recomendamos nuestro articulo sobre el Kupi Luwak, el café mas caro del mundo.
Caracoles, se conocen en Francia como un manjar, en Latinoamérica poco conocidos, pero sin duda una experiencia de al menos una vez en la vida.