Tronco navideño o Bûche de Noël es un postre tradicional originario de Francia que se sirve en países europeos durante la época de navidad. Como su nombre indica se trata de un pastel que se presenta decorado como un tronco listo para entrar a la chimenea y aunque parece algo fuera de lo común, nos trae una historia llena de simbolismo.
Origen Celta
El Tronco de Navidad surgió de la antigua tradición celta de celebrar el solsticio de invierno. Para su celebración se localizaba y cortaba un enorme tronco de árbol, este era quemado el día más corto del año. Este acto era su forma de celebrar el renacimiento del sol, así como dar las gracias por la calidez y la vida que traería consigo. Los celtas creían que ciertos árboles, específicamente robles, hayas, olmos, y cereza, tenían ciertos poderes místicos. A menudo usaban una parte del tronco para la cuña que se usaba en el arado como símbolo de la buena suerte para la próxima cosecha.
Origen Medieval
Desde el siglo XII durante la Navidad existía un impuesto feudal llamado “derecho del registro” en el que los campesinos tenían que llevar un gran trozo de madera a la casa del señor feudal. Posteriormente los campesinos la hicieron tradición suya y para Nochebuena buscaban un tronco grande de leña que decoraban con cintas de colores, sal. A veces salpicado con aceite y vino, cuando llegaba la noche era arrojado a la chimenea por el más pequeño de la casa mientras se cantaban villancicos y se escuchaban las historias que los abuelos contaban. Cuando ya sólo quedaban cenizas se guardaban durante el resto del año como amuleto contra los males y las catástrofes. Sin embargo al llegar la Revolución Industrial las cocinas fueron de carbón y empezó a desaparecer esta tradición medieval.
Esta costumbre continuó en Francia en algunas mesas de Navidad en las que se colocaba un tronco rodeado de golosinas, dulces o manjares con las que se agasajaban a los invitados.
Origen Frances
Napoleón I prohibió a los habitantes de París celebrar su tradición de forma original al darse cuenta de que en París había un alto índice de enfermedades respiratorias, para solucionarlo ordenó cerrar todas las chimeneas durante los meses de invierno para que no entrase el frío.
Fue entonces en 1898 cuando a un pastelero francés llamado Pierre de Lacam, se le ocurrió la grandiosa idea de preparar un pastel similar al que nombro “Bûche de Noël” o Tronco de Navidad, un postre relleno de crema pastelera de chocolate o crema de mantequilla de café, que fue bien recibido para seguir celebrando esta tradición.
Ingredientes Tradicionales
El Tronco de Navidad se prepara con una base de bizcocho genovés siempre rectangular y plano, posteriormente se enrolla para que tome forma, este se rellena de nata, chocolate, etc., y por último se adorna con diferentes decoraciones.
En la actualidad podemos deleitarnos con las muestras de imaginación y creatividad de los pasteleros en cada una de las decoraciones, en las cuales podemos observar: setas de merengue, hojas de mazapán coloreado, etc.
El tronco navideño es una bonita tradición que representa la abundancia, el respeto a la naturaleza y la unión familiar, te recomendamos probarlo esta navidad, te aseguramos que será un delicioso postre que reconfortara tu corazón.
