Pavlova, un famoso postre ruso que también resulta muy controversial.
Elaborado con merengue, bañado de jarabe y decorado de frutas fue un postre inspirado en una de más famosas bailarinas de ballet clásico en Rusia, Anna Pavlova.
Si eres amantes del ballet y de los dulces internacionales no puedes perderte la historia de este magnífico postre.
Pavlova, crujiente por fuera y suave por dentro. Un postre famoso en Rusia, servido principalmente en navidad pero que puedes disfrutar todo el año, en especial si eres un turista en el país no puedes perdértelo.
Un tributo para la famosa bailarina rusa Anna Pavlova quien fascinó al mundo de la danza a finales del siglo 19.
Su talento extraordinario tanto en la técnica como en la interpretación fueron algo muy importante para el entorno de las artes.
Pavlova fue la gran estrella, era adorada y admirada a nivel mundial, como resultado gran cantidad de chefs prepararon platillos dedicados a ella.
La controversia del Pavlova surge debido a que en el año de 1926, la bailarina visitó Nueva Zelanda.
El chef del hotel Wellington creó un postre en su honor que asimilaba lo elegante y suave de su tutu. Esponjoso merengue color pastel, ligero y extraordinario como la bailarina.
Si embargo como tal Nueva Zelanda no puede reclamar como suyo este postre ya que se han encontrado al menos 150 recetas similares publicadas anteriores a que la bailarina llegará al país.
Una de las más antiguas es el Spanische windtorte, un pastel de origen ruso.
Así que a fin de cuentas el pavlova posee características de ambos países, un postre delicioso que nunca pasará de moda y que si de casualidad conoces a una bailarina o tú mismo eres fanático del ballet, estamos seguros el pavlova se volverá uno de sus postres favoritos.
Pavlova, en la gastronomia hay postres extraordinarios dedicados incluso al ballet clásico.
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