El cacao es un ingrediente muy bien conocido por sus usos en diferentes áreas de la cocina, sin embargo ¿sabías que también podemos consumir su pulpa?
Si bien el uso principal del cacao es para producir el tan gustado chocolate, este fruto compuesto de cáscara, pulpa y semilla puede tener otras aplicaciones en la cocina.
En esta ocasión te hablaremos de la pulpa del cacao, esa cobertura blanca que recubre el grano y que uno no pensaría en consumir.
Pulpa de cacao
Dentro del cacao y recubriendo la semillas con la que se elaborará chocolate, se encuentra la pulpa de cacao, una estructura blanquecina de apariencia jugosa y dispersa que a primera vista llama la atención.
Dicha pulpa se emplea para inducir la fermentación de los granos de cacao que después se secaran y tostaran. Sin embargo en algunos Estados de México, principalmente Tabasco, esta pulpa se emplea para elaborar un agua fresca y dulce, conocida como cacahuada.
De agua fresca a la cocina
La pulpa de cacao posee matices aromáticos ácidos y dulces que pueden recordar los encontrados en cítricos como el limón y naranja; así como otras frutas por ejemplo la guanábana.
Gracias a su sabor, se ha buscado agregarlo a otras preparaciones y no solo como bebida sino para sorbetes, salsas dulces, vinagretas, mermeladas, etc.
Este ingredientes se ha utilizado incluso para elaborar diferentes trabajos de mixología en los que se puede complementar con diferentes licores y destilados.
Aunque la pulpa de cacao ha sido considerada por mucho tiempo una merma, este ingrediente es muy versátil y puede ser empleado para la cocina regular así como para la profesional. Pero eso si, no es tal fácil conseguir la materia prima debido a su estrecha relación con los cultivos de cacao y que es un producto de temporada, por lo tanto si bien hay que buscar con esmero para conseguirla la dulce pulpa, los resultados valdrán toda la pena.
